Un paseo desde el Alcázar de Segovia hasta la Finca Lobones
Quien haya visitado Segovia no olvidará jamás la magnífica panorámica que se disfruta desde el famoso Mirador del Alcázar. La mirada se pierde entre los valles del río Eresma y del Clamores. Una parada necesaria para distinguir varios monumentos que guardan muchos misterios. La Iglesia de la Vera Cruz; el gran monasterio de Santa María del Parral, la antigua Casa Real de la Moneda o el convento de los Carmelitas descalzos. Te aseguramos que te asombrará toda la historia que desde allí se contempla.
Haciendo un pequeño ejercicio de imaginación, desde ese punto podrás orientarte para seguir la ruta hasta la Finca Lobones.
Desde el Mirador, unas cuantas escaleras nos bajan al río Eresma, nuestro guía y camino natural.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Alc%C3%A1zar_de_Segovia
Río Eresma
Este río discurre por las provincias de Segovia y Valladolid y desemboca en el río Adaja, afluente del Duero.
Su nombre, etimológicamente deriva de la voz ibera “Iri-sama” o lo que es igual “que rodea a la ciudad grande”. Pero no se refiere a la ciudad de Segovia, sino a Coca. Sus márgenes mantienen su bosque de galería con chopos y sauces que esconde una gran riqueza faunística y botánica.
Salimos de la ciudad por el Arco de la Fuencisla del siglo XVIII, al lado del Santuario de Nuestra Señora de La Fuencisla. Por cierto, en ese lugar fue donde se produjo el milagro de María del Salto, según dice la tradición.
El río, en parte flanqueado con bosques de encinas y robles melojo que con el tiempo han dado paso a extensiones de cultivos de cereal, nos va guiando paso a paso.
El camino que nos lleva a Lobones recorre zonas de pastos, incluso de vez en cuando atraviesa por un pequeño pinar.
Fuente: http://segoviadirecto.com/art/37592/las-aguas-del-rio-eresma-en-el-tramo-que-atraviesa-la-ciudad-de-segovia-son-no-trucheras-de-acceso-libre-para-la-pesca
El encinar de Lobones, un oasis de vegetación
Avanzado el camino entre tierras de cultivo, nos encontramos con el encinar de Lobones, un espacio protegido en el término de Valverde del Majano.
Está dominado por encinas (Quercus ilex) y en zonas más húmedas por ejemplares de quejigos (Quercus faginea). Unas magníficas encinas como un bosquete especial entre la vega del río Eresma y las campiñas segovianas. Es lo que queda de un extenso encinar.
Esta zona formó parte de una finca dedicada a la caza por parte de la realeza y la nobleza razón por lo que no se roturó.
Como dice Marcelo Laínez (Estudios Segovianos):
“…para facilitar el paso, para que Carlos III y su comitiva pasaran a cazar hacia Lobones…”
Una finca para bodas y eventos rodeada de encinas
El Caserío de Lobones se encuentra rodeado por más de doscientas hectáreas de estas encinas y fresnos en mitad de la campiña segoviana. Este monte fue declarado de Especial Protección Ecológica y Paisajística y La finca Lobones tiene la calificación de monte sostenible por PEFC.
Casi a las afueras de la ciudad de Segovia se encuentra este caserío castellano cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. Perteneció a la misma familia noble durante siglos, concretamente al Marqués de Castellanos y tuvo un uso agrícola y cinegético.
En 1999, uno de sus descendientes decidió rehabilitarlo en lo que ahora es, un complejo turístico distinguido y elegante. Un Hotel Rural con las inmejorables categorías de “5 estrellas verdes” y a la vez de “Posada Real”.
Naturaleza e Historia unidas, riquezas que se unen en el Caserío de lobones para hacer más especial y única los encuentros en sus espacios y celebraciones de eventos y bodas.
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